miércoles, 12 de octubre de 2011

Revolución Febrerista










La Revolución del 17 de febrero de 1936 fue un acontecimiento sucedido en el Paraguay, después de la Guerra del Chaco. Durante los años del Paraguay independiente se llevaron a cabo más de veinte revoluciones o golpes de estado.
El gobierno constituido por el llamado “Gabinete de la Victoria”, consagrado tras la derrota de Bolivia en la Guerra del Chaco, sería depuesto por un movimiento apoyado por una amplia gama de sectores sociales, incluyendo a colorados, socialistas, militares, anarquistas, además de la Liga Nacional Independiente que se presentaba como una alternativa política nueva, fuera del bipartidismo imperante. A partir de esta revolución, surgió además la Unión Nacional Revolucionaria en noviembre de 1936 que años más tarde se convertiría en el Partido Revolucionario Febrerista.
[editar]Hechos históricos

Eusebio Ayala asumió la Presidencia de la República del Paraguay el 15 de agosto de 1932 mediante traspaso de mando por parte del José Patricio Guggiari durante las primeras semanas de iniciada oficialmente la guerra del Chaco. El nuevo mandatario, conocido por sus actitudes pacifistas no dudó sin embargo en movilizar las tropas, y teniendo como comandante de las Fuerzas Armadas al Coronel José Félix Estigarribia llevó a cabo una campaña bélica que obtuvo buenos resultados en los cañadones chaqueños.
Acabado el conflicto nacionalistas (pertenecientes a la Liga Nacional Independiente), colorados, socialistas, fascistas y militares reclamaban cambios en la política del país debido a la precariedad económica de la población, que se deterioró aún más por el alza inmoderada del precio de los artículos de primera necesidad. Estos hechos motivaron la reorganización de las clases trabajadoras en sindicatos. Los militares por su parte recibían el pase a retiro, agravado por el hecho de que el Gral. Estigarribia haya aceptado una pensión vitalicia de 1.500 pesos oro, cuando lo que se imponía era que lo rechazase.
Por estos motivos hubo un levantamiento armado contra el Gobierno, que comenzó el 17 de febrero de 1936, dirigido por los Tenientes Coroneles Federico Wenman Smith y Camilo Recalde. Las acciones comenzaron a las 8:00 de la mañana con un ataque con mortero contra el Departamento de Policía y continuó todo el día, copando las distintas comisarías.
Al caer la tarde Ayala abordó el “Paraguay”, un buque cañonero que se encontraba fondeado en la bahía, al mando del Capitán de Fragata Báez Pin. Este sugirió partir hacia Capirendá, donde estaba Estigarribia, para pedirle ayuda a las tropas de Concepción y Chaco, pero Ayala se negó, entregando a las nueve de la noche a Recalde su renuncia como Presidente de la República.
Dos días después, el Cnel. Rafael Franco, quien había sido deportado a Buenos Aires días antes por sus intervenciones políticas, vuelve al país y es nombrado Presidente de la República ese mismo día por los jefes y oficiales del Ejército y la Marina, reunidos en junta general. El 20 de febrero jura en su carácter de Presidente Provisional del Paraguay.
José Félix Estigarribia volvió a Asunción por vía aérea el miércoles 19 para guardar reclusión en el Departamento de la Policía de la capital con el ex presidente Ayala. El Ministro del Interior Gómez Freire le indicó que sería fusilado a causa del armisticio que el Paraguay propuso durante la guerra del Chaco después de la batalla de Campo Vía, aunque finalmente el militar y el ex presidente serían deportados al exterior luego de seis meses de prisión (el ex presidente con un precario estado de salud, falleciendo en el extranjero).
Una de las falencias que se le imputan a Ayala y su cúpula fue haber alcanzado la victoria pero no cumplir con sus funciones públicas más básicas. Por otro lado, el gobierno de Ayala se encontraba ya próximo a su culminación, faltándole menos de un año para cumplirse el periodo constitucional.

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